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Cuando no nos comprendemos, cuando no entendemos porque nuestro entorno y nuestras relaciones son como son; mente, emoción y cuerpo se preparan para protegernos. Aparece la frustración, el miedo, la tristeza, la rabia, el bloqueo y se instalan en nuestro día a día.
Y no sabemos ni por dónde empezar el cambio, porque no entendemos apenas nada.
Creencias y actitudes que nos ayudaron en el pasado pueden haber dejado de ser útiles en nuestro presente y nos impiden crecer, nos bloquean en distintos ámbitos de nuestra vida; profesional, familiar, de pareja, de amistades… Y nuestro cuerpo se queja y nos pide ayuda desde el dolor físico.
A mí me pasó. Y mirando atrás en el tiempo comprendo que sanador puede ser un proceso terapéutico y de crecimiento personal y, como siendo la misma, vivo mi vida desde otro lugar totalmente diferente. Con más calma, más comprensión y cariño hacia mí y los demás, menos autoexigencia, más alegría y libertad.
Te cuento un poco sobre mí.
La terapia como acompañamiento a otras personas es mi pasión y da un gran sentido a mi vida.
No siempre he estado tan conectada conmigo misma. Hace ya años, me perdí. No encontraba sentido a nada y no entendía que me pasaba ni tampoco lo que pasaba a mi alrededor. Hasta que un día, decidí que tenía que haber otro camino, otra manera de situarme ante la vida. Ahí comencé mi formación como terapeuta Gestalt, me especialicé en Terapia Familiar Sistémica y de Pareja y también en Educación Emocional.
Años de formación como terapeuta y gracias al acompañamiento de grandes profesionales en terapia individual, comencé a colocarme en otro lugar, a comprender mis miedos y ansiedades, a hacer las paces con etapas pasadas de mi vida y comprenderme y quererme como no lo había hecho nunca.
Envíame este formulario para cualquier duda o aclaración o para reservar una primera visita. Me pondré en contacto contigo lo antes posible.
Gracias.
He probado diferentes opciones y terapias relacionadas con la salud mental hasta que encontré a Anna. Me parece una persona muy profesional y me ha llegado a transmitir lo que ninguna otra persona en este ámbito ha conseguido: mucha comprensión, cercanía y una gran confianza, cosa que me parece muy importante en la relación profesional-paciente. Sientes que puedes abrirte muy fácilmente y lo que más me gusta es que la ayuda no queda sólo en consulta, si necesitas cualquier cosa fuera de ésta, puedes recurrir a ella, cosa que siempre le voy a agradecer.
Paciente - 25 años (terapia online)
Me siento muy cómoda con Anna como terapeuta. Me ha ayudado y enseñado mucho en el tiempo que llevo haciendo terapia con ella. Además, el ambiente es muy relajado y próximo durante las sesiones, lo cual agradezco mucho, porque ayuda a intensificar la confianza. En un principio, yo me negaba rotundamente a ir a terapia porque lo veía innecesario. Ahora pienso todo lo contrario, me ha ayudado muchísimo a entenderme a mí misma y a los demás.
Paciente - 16 años
Tras visitar a otros terapeutas, he encontrado en Anna lo que necesitaba en este momento vital. He Estado 10 meses de terapia traducidos en un proceso de aprendizaje constante que me ha dado una mayor confianza y comprensión hacia mí misma. He empezado un viaje con ella que tengo intención de continuar mucho más tiempo. Aunque algunas sesiones resulten más difíciles de atravesar o parezcan no tener un propósito concreto, acaban conformando un conjunto evolutivo personal que es el mejor regalo que he podido hacerme a mí misma: tiempo para mirarme, escucharme y aprender. ¡Gracias por este trayecto, Anna!
Paciente - 21 años
Anna es una excelente profesional. Brinda y acerca las herramientas que ayudan, día a día, a mejorar el proceso de crecimiento y evolución de mi hija. Su acompañamiento es personalizado, responsable y de confianza. Me siento agradecida de que sea ella quien acompaña a mi hija en su camino, dando el soporte clave y la guía necesaria para mi rol como mamá.
Acompaño a su hija de 17 años
Decidí empezar terapia porque me sentía inquieta, sin calma. Algo fallaba. Me costó porque pensaba que para ir a terapia “hay que estar mal”. No sabía que encontraría en las sesiones. El resultado es muy positivo; he aprendido a leerme, identificar comportamientos y emociones que forman parte de mí. Con Anna estoy aprendiendo que conocerme a mí misma es muy importante y tranquilizador.
Paciente - 31 años
Llegué a Anna a través de una recomendación. Buscaba terapeuta Gestalt para mi hija adolescente. Cuando nos conocimos supe enseguida que sería una terapeuta genial para mi hija: cálida, profunda, con mucha experiencia y habilidad para tratar a los jóvenes. Estamos encantados. ¡Gracias Anna!
Acompaño a su hija de 15 años
En unos meses he aprendido a vivir mi vida con mayor tranquilidad, a dejar a un lado la culpa, los miedos y a empezar a poner límites. La relación con mi hija ha mejorado. También soy más consciente de las decisiones que tomo y de las cosas que decido no hacer. He aprendido a creer en mí, a quererme y a entender mejor a los demás.
Paciente - 53 años
Estoy a tu lado para avanzar con seguridad, profundidad y eficacia
Comprenderte, cuidarte y comprometerte para realizar los cambios que necesitas
Que la falta de recursos económicos no sea un impedimento
La terapia online ha llegado para quedarse. No importa la distancia física para poder seguir un buen proceso terapéutico.